Después de que se conociera un fallo de la Corte Constitucional, en el que se revisó una tutela por la vulneración por parte de la Essmar al no solucionar la ineficiencia del sistema de alcantarillado en el sector de Bellavista en Santa Marta, la empresa de servicio público anunció que acatará la orden del alto tribunal.

En un comunicado, la Essmar manifestó que "se acoge a la sentencia T-290 de 2024, en la que se protege el derecho a la vida, la salud y un ambiente sano a los residentes del sector de los Cocos, en Bellavista”.

Como parte de los ordenamientos de la Corte, a la Essmar le pidieron "realizar las acciones para restablecer la estructura de la Ebar Norte y evitar su colapso total". Dicho en otras palabras, la Essmar tiene que tomar las medidas necesarias para evitar que se sigan presentando rebosamientos de aguas residuales en este sector. 

Otro de los mandatos que recibió la empresa fue el de, además de investigar, "no emitir disponibilidades mientras llega solución", para nuevos proyectos en este sector. 

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"Tomaremos las acciones en acompañamiento de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios (SSPD) liderada por el Dr. Dagoberto Quiroga, quien está comprometido en brindar un servicio de acueducto y alcantarillado que permita el agua, sustento de la vida, sea de calidad, constante y abundante, que pueda llegar a los hogares de los habitantes de Santa Marta", respondió la Essmar, tras el pronunciamiento de la Corte. 

Como parte del plan de medidas que le toca tomar a la Essmar para cumplir con el fallo, proponen la creación de una mesa consultiva, involucrando a otros actores, para "brindar una solución definitiva a esta problemática que atraviesa la ciudad". 

También se ven obligados a iniciar un plan de trabajo para intervenir y estabilizar la Ebar Norte, mientras encuentran una solución definitiva. 

Por cuenta de este fallo, la alta corte recuerda a la Essmar que no solo tienen que lidiar con la permanente problemática del acueducto en la ciudad, sino que también tienen que atender las plantas de bombeo de aguas residuales, para evitar que la ciudad, en especial el sector de los Cocos, se 'ahogue' en aguas de alcantarilla.